El fuego siembra la alarma en Alava

Noticia publicada por el diario El Correo:

Los incendios más graves quemaron decenas de hectáreas en Arróyabe yTreviño, un frente de 4,5 kilómetros

Al cielo y a la tierra. Álava no pudo ayer quitar los ojos de estos dos puntos en toda la tarde después de que se declarara el primero de los cuatro incendios que calcinaron decenas de hectáreas en Mendibil, Arróyabe, Echávarri-Urtupiña y varios pueblos de Treviño. La voz de alarma saltó sobre las dos y media de la tarde en Arróyabe, en el municipio de Arrazua-Ubarrundia, pero a última hora todas las miradas se dirigían hacia Treviño. Al cierre de esta edición, hasta un centenar de efectivos, procedentes de diferentes puntos del País Vasco y Castilla y León, así como la Unidad Militar de Emergencias, se concentraban en la zona con el objetivo de sofocar un frente de 4,5 kilómetros de llamas. La tarea no se presentaba sencilla. El fuego arrancó en Samiano y se extendió a través de un área extensa y de difícil acceso por Doroño, Bernedo, Albaina, Fuidio, Pariza, Marquínez, Urarte y Arluzea. Las dos últimas localidades tuvieron que ser desalojadas, al igual que otra veintena de personas en el pueblo burgalés de Sásesta. SOS Deiak se vio obligada incluso a convocar una mesa de crisis.
«Por la noche nos va a favorecer la climatología, pues entra un frente frío que, aunque no extinguirá el fuego por completo, no lo avivará», aseguró Raúl Fernández de Arróyabe, viceconsejero de Interior, con la vista puesta en la llegada de un avión del Ministerio de Medio Ambiente, prevista para hoy y que ayer no pudo desplazarse por el fuerte viento reinante en el territorio. La presencia de otro aeroplano que vertía agua sobre la zona facilitó la extinción en Mendibil y Arróyabe, en Arrazua-Ubarrundia, que sumaron los otros dos focos graves.
Desalojados
El caos invadió este área situada junto al pantano de Ullíbarri-Gamboa hacia el mediodía. «Esto ha debido ser intencionado», concluían vecinos de Arróyabe, que afirmaban haber visto «varios focos antes de que comenzara el humo». Los bomberos eludieron hacer conjeturas y se centraban en evitar que las llamas ganaran terreno. Hacia las 19.00 horas sólo quedaban algunos focos internos -ya no se extendían- y el fuego se hallaba «confinado», explicaron fuentes oficiales.
Hasta tres viviendas de esta localidad tuvieron que ser desalojadas. En Aldayeta, otros cinco vecinos corrieron igual suerte, lo mismo que en el club náutico. El último incendio, que obligó a cortar la N-1 varios minutos, se desató en Echávarri-Urtupiña y permaneció activo hasta última hora de la tarde. Se presumía que las llamas habían arrancado en un pabellón agrícola para avanzar después por unos rastrojos. Pero el origen era lo que menos preocupaba a los afectados: «Primero es apagar el fuego y luego ya hablaremos».