Notas

 

-DEPORTISTAS DEL PUEBLO:

-Jose Mari, que fue futbolista del Deportivo Alaves, y entrenador. También jugo en el Eibar. Sus hijos Ivan e Iker, le siguen los pasos, tambien como futbolistas.

-Iñaki, que compite en diferentes modalidades de tiro con escopeta, como tiro al plato. Hay años en los que en las fiestas se organizan tiradas de tiro al plato.

-Pablo (hijo), que corrió en bicicleta desde los 10 años, y llegando hasta la categoria de aficionados. Compitió mano a mano con Mauleon, Diaz de Otazu, etc. Tubo también su dedicación al ciclo-cros. Ahora sigue sus pasos de muy cerca su hijo Andoni.

Foto: Andoni en el 2007

 

 

 

-RUTAS DE MONTES CERCANOS: más información en nuestra sección Rutas de esta misma web

 

-PEÑA CICLISTA DURANA: La peña ciclista Durana, tiene mucha influencia en alguna gente del pueblo, ya que hay gente que llega a estar en la junta directiva, y algunos como yo, que corrimos varios años en cicloturismo, aparte de colaborar en organización de pruebas, tanto de carretera como de ciclo-cros. Una prueba muy conocida en la zona es el trofeo Eusebio Vélez, que es natural de Durana. También en Enero hay una prueba de ciclo-cros que ha llegado a nivel internacional.

 

 

-ARTICULO DEL PERIODICO DIARIO DE NOTICIAS DE ALAVA DEL DIA 4 DE SEPTIEMBRE DE 2009:

Guereñu contra Guereñu

iban e iker díaz de guereñu vivirán un peculiar duelo de hermanos este domingo en lemona

Su padre, José María, fue jugador del Alavés y los hijos han seguido unos pasos que ahora se cruzarán por primera vez

 

Foto: Iker y Iban Diaz de Gereñu

El alavesista Iker Guereñu se verá las caras por primera vez sobre el césped con su hermano Iban, jugador del Lemona.Foto: marcos ruiz

vitoria. El del domingo será algo más que un partido para dos futbolistas cansados de verse las caras fuera de los terrenos de juego pero que están ante la primera oportunidad de enfrentarse sobre el césped. Iban e Iker Díaz de Guereñu Ruiz de Arbulo lo han compartido casi todo a lo largo de los últimos veintisiete años. Criados en un hogar con claras reminiscencias futbolísticas y muy ligado al Alavés, el fútbol no podía ser otra cosa que su destino. Ahora, con el mayor defendiendo los colores del Lemona y el pequeño los del Glorioso les llega la oportunidad de enfrentarse por primera vez. Un Guereñu contra Guereñu que será sólo una batalla futbolística sobre el césped de Arlonagusia. Noventa minutos de lucha fratricida que dejarán paso a la reafirmación de los lazos familiares hasta que el cuadro vizcaíno tenga que visitar Mendizorroza.

"Hemos tenido la oportunidad de jugar en el mismo equipo, pero ésta es la primera ocasión que tenemos de enfrentarnos, aunque no tenemos demasiado claro que vayamos a entrar en el once. Yo nunca me he enfrentado al Alavés y tengo esa ilusión. En los entrenamientos estoy con ese plus, pero, por lo demás, todo es igual", destaca Iban, el mayor de los dos.

Dicen que de casta le viene al galgo y no es para menos en este caso. Iban e Iker tuvieron el ejemplo en casa con un padre, José María Díaz de Guereñu, que vistió la camiseta albiazul, y también la del Lemona, cuando ellos ni siquiera habían empezado a gatear. "Se retiró joven y no le vimos a nivel profesional, pero en casa siempre ha habido un balón y empezamos a jugar en la calle, cosa que ahora ya no hacen los niños", explica Iban. Para Iker, el gusanillo llegó por partida doble porque le tocaba asistir a todos los partidos de su hermano: "He ido siempre por detrás, viendo todas las categorías y eso te sirve para aprender".

Los dos hermanos no tienen dudas y saben que uno de los dos va a quedar ligeramente denostado por la familia el próximo domingo durante los noventa minutos que dure el duelo entre el Lemona y el Alavés. En este caso, los ánimos de la familia van para el pequeño de la saga por eso de que viste de albiazul: "El corazón puede estar dividido, pero pesa más el Alavés y a la familia la tengo a favor". Por si acaso, Iban ya ha recibido alguna amenaza para que no perjudique demasiado los intereses albiazules: "Me han dicho que no meta ningún gol, pero me parece que eso va a ser fácil de cumplir porque he marcado uno en los tres últimos años".

Los dos vitorianos compartieron vestuario en Amurrio y a partir de ahí sus vidas se distanciaron de manera definitiva en el apartado futbolístico. Iban encontró acomodo en el fútbol vasco y ha convertido Lemona en su feudo después de una larga trayectoria en el Amurrio. Mientras tanto, Iker no dudó a la hora de hacer las maletas (Levante, Fuerteventura y Orihuela) y el pasado verano vio recompensado su esfuerzo con una llamada del Alavés ante la que no se lo pensó dos veces.

"Va a ser un momento especial si coincidimos en el campo, pero el resto de cosas no cambian demasiado", comienza a explicar Iban antes de que Iker saque a la luz rencillas del pasado: "Si hay que pegar se va a pegar porque en el campo no hay familia ni nada". El pequeño de la saga se presenta ante una oportunidad única de devolver, desde el cariño, alguna de las patadas que se llevó de su hermano mayor cuando eran unos querubines.

amateur y profesional Aunque militan en la misma categoría, el fútbol que conocen los hermanos Guereñu es muy distinto. Mientras que Iban trabaja por las mañanas y entrena por las tardes, Iker está dedicado plena y exclusivamente al Alavés. Son las dos velocidades de una competición en la que profesionales y amateurs comparten terrenos de juego cada semana sin que, en muchas ocasiones, lleguen a apreciarse las diferencias.

"Estamos en un grupo en el que la mayoría de los equipos son profesionales, pero el Lemona no es así. Tenemos un profesor de autoescuela, otro de educación física, un trabajador de almacén, yo trabajo en un servicio de prevención... Además del fútbol, todos tenemos nuestro quehacer. En el Alavés, la única preocupación es el fútbol", dice Iban.

El privilegiado, en este caso, es un Iker que ya sabe lo que es pasar por esa doble vida: "En su día ya viví esa situación y cuando no estás en ella es cuando te das cuenta. Aunque la gente no lo crea, ser futbolista es duro porque tienes que renunciar a muchas cosas. Yo, por ejemplo, llevo unos cuantos años lejos de mi familia y ahora noto que la situación en diferente".

El domingo, Iban será el encargado e ejercer de anfitrión en un Arlonagusia que atemoriza a muchos, aunque el vitoriano le quita mística al escenario y asegura que hay campos mucho peores: "No es tan pequeño, lo que pasa es que las vallas están muy cerca del césped y hay una pared vertical de dos metros pegada a la banda y detrás de las porterías también hay pared y tienes la sensación de estar encajado en un futbolín. La verdad es que se puede jugar más de lo que los equipos creen".

Para conseguir esa importante victoria para el Alavés, Iker ya ha encontrado un antídoto que habrá que poner en práctica sobre el terreno de juego: "Igual no podemos sacar tanto el balón jugado, pero lo verdaderamente importante es estar atentos a las segundas jugadas y, a partir de ahí, ir enlazando el juego para buscar oportunidades".

Al final, pase lo que pase, las manos volverán a entrelazarse y la fraternidad reaparecerá en el seno de la familia Díaz de Guereñu que, por fin, podrá ver a sus vástagos cara a cara tras muchos años peleando por buscar un hueco importante en el fútbol.